martes, 9 de diciembre de 2008

el pequeño malabar

Érase una vez
un pequeño malabar,
todos decían de él
que no podría volar.

Él saltaba y trepaba
hasta notar sus piernas flojear,
más nunca se derrumbaba
para dejar la vida pasar.

Cada día alimentaba
su alegría y su bondad,
cada día se libraba
del miedo a lo terrenal.

Muchos años han pasando
desde el día en que te ví llegar,
muchos sueños has encontrado,
muchos te quedan por disfrutar.

Fuiste andando por senderos,
por el bien y por el mal,
convertiste tu persona
en sustancia sin igual.

Y pasados muchos años
conseguiste el vuelo alzar,
que nadie te pare, hermano,
nunca dejes de volar.

1 comentario:

  1. Quiero compartir contigo mis sueños,
    mi vuelo, mi sonrisa, mi abrazo...
    Quiero compartir contigo mi viaje,
    que comenzo entre llantos y confución y
    ahora puede ver con claridad el camino...

    Como tu dices nunca dejaré de volar,
    gracias por compartir tu sueños y
    dejarme volar a tu lado.

    Un saludo
    Gianni

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