Hoy comenzamos con un gran desayuno y fuimos a conocer la loca medina por el día, cuyo ritmo no era más relajado que el de la noche... será que nunca duermen??
Conocimos lugares típicos de venta de artesanía en los que pudimos disfrutar de las azoteas y sus hermosas vistas sobre la ciudad y el maravilloso Rif como telón de fondo. A continuación nos vimos guiados por un simpático lugareño que vivió durante un tiempo en Madrid. Nos indicó el camino a la kasba que corona la ciudad. Cuestas y escaleras al sol hasta llegar a la fortaleza de la que no hayamos la entrada.... Eso sí, pudimos descubrir las parabólicas que la adornaban, curioso en un lugar que no está habitado... ejem.. Y de nuevo descenso al centro de la ciudad para disfrutar de un buen té o refresco y la compañía de alguien inesperado.
Un buen hombre que actualmente vive en Girona nos hizo conocer más a fondo la realidad de la ciudad que visitamos. Primera persona no interesada más que en conversar.. gran recuerdo.
Y a descansar un rato a la habitación después de una gran comida (cuscus, pescado) para no morir insolados.
Por la noche paseo por la nouvelle ville y relax en un bonito parque. Aquí si que se podían ver claramente los papeles de mujer y hombre en un momento fuera de tareas cotidianas... los hombre tirados en la hierba disfrutando de sus conversaciones y las mujeres en otra parte con los niños. Eso sí, también pude ver alguna excepción que me hizo sonreír.
Un último té en la plaza del palacio real nos hizo ver de cerca el juego popular: el parchís! qué énfasis en un juego al cuál no puedo encontrar el atractivo.. hombres de cualquier edad se juntaban en mesitas para disfrutar de interminables partidas... hasta me llegó a picar el gusanillo en algún momento!
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