Ya no puedo evitar pensarlo,
no sé cuánto podré seguir
creyendo en tí, con desengaños,
manteniendo la llama de mi vivir.
Cada día creo levantarme
sonriendo sólo por 'ello',
pero las bofetadas hacen mella
y las lágrimas se vuelven acero.
Qué me espera entre tanta tormenta
cómo podré dejarte ir,
creo que nunca, no sería honesta
y todos mis sueños morirían en ti.
Silencios y abismos
Hace 6 años
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