miércoles, 11 de enero de 2012

Mentiras arriesgadas

Pero que grandísimos hijos de puta. Este post no puede empezar de otra manera. Asique ahora los políticos de turno, dícese Rajoy, se atreve a decir que debido a que el año pasado hubo un gasto por parte del estado muy superior al esperado, tenemos que pagar TODOS por ello aceptando la subida del irpf.

Y esto da que pensar, porque echando la vista atrás no creo que tanto dinero como el que se habla se haya invertido en nuestro país, al menos no en todo el país, sino que habrá sido lo de siempre: unos pocos se lo roban todo y cuando hay crisis que lo pague el resto. ¿Pero cómo vamos a seguir pagando el pato de otros? ¿Y por qué?

Y lo más gracioso de todo esto es cuando alguien al escuchar tal argumento te dice: que poco quieres a tu país, cuando hay q apoyarlo entre todos no quieres que se acuerden de ti. ¿perdón? ¿quién se acuerda de nosotros en los momentos buenos? Sólo estamos para recibir castigos, por eso los primeros recortes drásticos aplicados son de cuestión social, porque claro, la clase alta (si señores, en este país se puede seguir hablando de clases) nunca va a necesitar de las ayudas sociales, o eso creen. Toda esa gente que cree que lo social no es la inversión más importante tenía que plantearse que las cosas como vienen se pueden ir, que cualquier día pueden estar en la calle, que cualquier día pueden contraer una grave enfermedad, que cualquier día se pueden volver dependientes, o sus hijos, o cualquier familiar... y ese día, ¿les gustaría estar solos o estar rodeados de gente con medios y ganas de ayudarles?

Pero quién de los que está en el poder va a pensar en ello... está claro, no podemos pensar que con el partido que gobierna algo así puede llegar a suceder. Ellos que dicen que "las medidas afectarán sobre todo al que más tiene". A lo mejor no se han parado a pensarlo, analicemos un poco. Esta es una tabla representativa:

Si tu sueldo está por debajo de 17000€ brutos anuales, es decir, mal llegas a fin de mes, te van a subir un 0,75%, toda una ayuda. Y claro, ellos se jactan a decir que a las rentas más alta, 300000€!!, les suben el 7%. A ver, a una persona que cobra ese dinero, en qué le va a afectar que le suban un mísero 7%?? para llegar a fin de mes seguro que no. Lo primero que pensé es que los más jodidos vamos a ser la mayoría, que no los más ricos, porque los sueldos por debajo de los 33000€ son los que van a notar más el cambio, a los que realmente afectará drásticamente. Pero ellos siguen intentando venderlo como una medida "social", o "socialista", no sé cuál sería la palabra. Básicamente intentan colárnosla, intentan convencer al pueblo de que  se va a quitar más al que más tiene, pero el problema es el cómo y a causa de quién llegamos a esta situación.

Estos días podemos ver en las noticias que todo ese déficit acumulado que hay que solventar sobre todo proviene de las Comunidades autónomas, curioso. Casi todas las comunidades autónomas ya estaban gobernadas por el partido que acaba de entrar ahora en el gobierno, por lo que las preguntas son claras: ¿por qué dejaron que su gente nos robara durante tanto tiempo? y ¿son ellos los que van a solventar la crisis que generaron? yo lo siento, pero no lo entiendo.
ah! se me olvidaba, y casi tenemos que darles las gracias por haber subido una miseria las pensiones.. lo que me faltaba por oír.

Y tendrán supuestamente a todos los partidos en contra de la medida, ¿y? ya es tarde, ya tienen su mayoría absoluta, ahora sólo queda agarrarse fuerte los pantalones.
Espero que mucha más gente no lo entienda, y que se note en la calle.

martes, 3 de enero de 2012

Luz en la oscuridad


Situación: una parada de autobús, no hay nadie. Llego y me siento a esperar. Lo normal es que se me haga largo ya que el bus acaba de irse poco antes de q yo llegara.

De repente se acerca otra persona, una mujer de unos cuarenta y tantos q se acerca a la marquesina y pulsa un botón. Entonces una voz surge para informar de los próximos autobuses. En mi cabeza sólo había una pregunta: ¿desde cuándo existe ese botón?? Obviamente mi cara demostraría mi incertidumbre y la mujer se dio cuenta. Me sonrió y entonces me dio pie a preguntarla.

Así empezó nuestra conversación, en ningún momento llegué a pensar que esa mujer me pondría la piel de gallina, que compartiríamos un rato tan agradable de recorrido de autobús.
Estuvimos charlando un rato en la parada, antes de subir ya sabía que esta mujer no tenía una situación del todo fácil. En su cara podía verse que estaba más avejentada de lo normal, a pesar de que su sonrisa constante intentase ocultarlo.

Como si nada empezamos a hablar de nuestra vida, más bien empezó a contarme su historia. Poco a poco se fue abriendo a mí. Empezamos con tomas políticos que son fáciles que surjan: los problemas que están y que se vienen en Madrid. Y d ahí todo fue cogiendo un tono mucho más personal. Por encima me contaba que se había quedado sin trabajo hacía un tiempo. En cuanto empezó a hablar del tema pude ver que sus ojos se humedecían, no era fácil. Por problemas médicos la habían prohibido trabajar, y a cambio la daban la gran compensación de unos 315€. Si 315€ al mes para vivir en Madrid. Cualquier persona que viva aquí sabrá que con ese dinero es imposible vivir. Imaginemos la situación.

Y a pesar de todo esto, su relato siempre vuelve a estar acompañado de una sonrisa, siempre tiene un pero al final de cada frase que, en contra de lo habitual, no indica algo malo. Es un “pero sigo viendo lo bueno”, “pero sé que hay gente que está peor”, “pero disfruto y doy gracias”. Ahí fue cuando se me rompió el alma.
Sigo sin entender la situación, como una persona se puede ver tan desamparada. Me empiezo a preguntar cuál sería su trabajo, si es que nunca fue demasiado estable, si no cotizaba, no sé. Pero no, me cuenta que es economista, si, de las que llevan las cuentas de una empresa. Toda su vida la dedicó a trabajar como una mula, clase obrera como la mayoría de nosotros, tuvo la suerte de que recibió una educación que la permitió acceder a un buen puesto. Al menos eso creía. Hasta hace poco era una de esas personas que me encuentro cada día en el metro cuando voy a trabajar. Como yo, estaba todos los días a las 7:30 en el metro, ella iba a darlo todo en un trabajo que se suponía la recompensaría. Y en un tortazo del destino, cuando la salud la abandona, todos esos años cotizados sirven para que la recompensen con esos 315€.

No sabía cómo reaccionar, no sabía que decir. Sólo quería que sintiera mi cariño, mi calor, porque en ese momento sólo estábamos ella y yo. Ella iba a casa de su madre, a cenar y a dormir. Ha tenido que volver a vivir con ella después de muchos años. Como ella bien decía, tiene suerte de que sus padres estén vivos, sino se habría quedado en la calle. Porque de esta manera, aunque la situación sea dura, tiene el apoyo de dos personas muy importantes en la vida, y esas personas pueden darla la energía para seguir luchando. Ella lo sabía, de no tenerlos, quién sabe cuánto tiempo la separaría de cualquier calle de Madrid donde tantas personas se ven ya.

Y no dejaba de dar las gracias por todo lo que tenía.. y yo no podía salir de mi asombro.. cómo una persona a la q putean tanto puede seguir siendo tan optimista?? Ella sigue creyendo en las personas, sigue creyendo en el cambio del mundo hacia algo más humano, cuidar del de al lado, no pasar indiferente ante nada.
Entonces llega su para, se despide de mi con un abrazo,  dos cálidos besos y deseándome suerte. Desde el otro lado del cristal me saluda con una sonrisa.


Gracias de todo corazón, mi Desconocida.

lunes, 2 de enero de 2012

Este es mi canto a la vida

A veces tendemos a complicarnos tanto la vida... de cualquier simple hecho buscamos la vuelta, quiero decir, muchas veces es mucho más fácil ver que algo simplemente nos hace felices y disfrutarlo en lugar de dejarnos llevar por un arrebato estúpido que hace que todo se empañe, que ese momento especial pueda desvanecerse. Porque es humano cometer errores, pero más humano aún es aprender de todos ellos....


"El día comenzó temprano. El sol hacía acto de presencia colando sus rayos a través de la ventana, esa ventana que a veces nos separa del mundo y que en otros momentos le hace palpable y aún más cálido de lo que se presenta. La noche anterior esa vista estaba iluminada por los fuegos del nuevo año, por celebraciones  diversas que se fusionaban como canto a un nuevo año, como canto a la alegría de seguir viviendo. Las estrellas, los fogonazos, las serpentinas y el confeti daban paso en la mañana a los pajarillos revoloteando en el jardín, al cielo despejado de toda nube y a un sol radiante que te invitaba a disfrutar el día.

Y así se iniciaba uno de esos días en que sientes que rozas el cielo, un gran desayuno para coger energía y los ojos de la persona que amas apostados en tus mejillas. Los rayos van llenándote las pilas, tu piel se eriza y sólo desea comerse el mundo, disfrutar de cada rincón de la ciudad que elegiste para ser tuya.

Como después de cualquier gran fiesta, las calles reflejan el cansancio del día anterior. Las consecuencias son palpables, cualquier otro domingo las calles están repletas de gente, pero hoy no. Las calles han despertado mucho más tarde de lo habitual, al menos para la mayoría de las personas. Los puntuales del Rastro siguen ahí, pero muchos decidieron acurrucarse en su edredón y disfrutar del descanso merecido. En cualquier punto el ambiente era tranquilo, la gente se movía más despacio. Es como si el primer día del año sirviera para pensar tranquilamente cómo afrontar el resto, una breve pausa antes de subirse de nuevo al tren. Tal vez sea uno de los pocos días en que la aceleración desaparezca, una grabación a cámara lenta podría reflejar bien el espíritu reinante. Y la verdad, me llena de alegría. Porque se parece más a mi manera de vivir, tomarse un tiempo para cada cosa, así es como más lo puedo disfrutar. Todo está al alcance de la mano pero no se intenta atrapar todo de una vez.

Y el parque.... todavía presenta ese aspecto otoñal romántico que te envuelve en una película antigua mezclada con un cuento de hadas. Las hojas todavía caen, los colores marrones predominan. Y hasta los animales están más despiertos gracias a la ausencia de frío.
Sentarte en un banco y sólo ver pasar las ardillas, los pájaros, las personas que disfrutan del "silencio" de la naturaleza en plena ciudad.. mientras disfrutas de unas pipas, unas risas, unas caricias. En ese momento ver salir un elfo del tronco de un árbol no estaría desubicado, o que la ardilla hubiese mantenido una conversación para contarte lo que llega a ver desde la copa. Y es que hay tantos mundos en una sola ciudad....

Y todavía quedaba mucho día por delante... vinos y tapitas, niños correteando por el barrio, el teatro abriendo sus puertas a decenas de personas... y el hogar que espera tu retorno. El regreso al otro lado de la ventana.. con nuevas ilusiones, nuevas ideas, nuevas experiencias compartidas y dispuestos como siempre a no dejar de soñar."



(alternativa de video: No llores - Canteca de Macao)