lunes, 11 de febrero de 2013

El cuento de la vida


Nunca me advirtieron de pequeña que la vida iba a ser tan complicada. Las metas iniciales estaban marcadas: aprender a andar, aprender a hablar, relacionarte con otros niños,no hacerte tus necesidades encima, etc. 

Y en la pre-adolescencia sigue siendo parecido: estudiar, jugar con tus amigos, disfrutar de la familia, etc. Entonces llega la adolescencia y ahí las cosas se empiezan a descuadrar con la familia,pero siguen estando los mismos amigos, sigues estudiando para ir a la universidad, empiezas a disfrutar de cierta libertad fuera de las alas paternas... Y nos lo vendieron como si esa iba a ser la fase más dura,que cuando tuvieses tus estudios y una profesión a la que dedicarte todo iba a ser más fácil: trabajo estable, casa propia, familia, hijos, etc. 

Yo no sabía por qué, pero todo aquello no me cuadraba. Es a día de hoy que empiezo a entenderlo,los mayores quebraderos de cabeza los tienes cuando te desvías de ese camino. Si lo marcado como normal no te hace feliz, si tus metas apuntan hacia algo totalmente distinto, o peor aún, si no sabes hacia donde van esas metas pero tienes claro hacia dónde no. 

Yo no sé como será mi futuro próximo, pero sé que no quiero que sea como el presente. Las elecciones que hice ya las viví, ahora quiero reelegir.. por qué voy a quedarme sólo con una opción? No sé si alguna vez una de esas opciones me hará completamente feliz, pero lo que ahora me hace realmente feliz es saber que todo puede cambiar, y cambiaré mi camino las veces que sean necesarias en busca de la felicidad.

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