domingo, 19 de agosto de 2012

A una dama


Hoy ya puedo hablar de ti
costó tiempo, tuve que asimilar
que lo que mi cuerpo sintió en ese encuentro
tú ni lo recordarás.

Para ti fue un día cualquiera, 
una noche de excesos quizás
algo fue que incrementó tu ira
con razón alguna o sin más.

La vida no vale una mierda, 
o nunca llegas a pensar
que en una de esas situaciones
no vas a volver a respirar.

¿El problema está en nosotros
que no te dejamos al azar,
que hicimos un parón en el camino
para evitar un triste final?

No lo creo, no lo pienso
y espero que no cambie jamás,
porque sea la razón que sea
no miraré a un lado, no podré jamás.

Sólo deseo en el alma
de alguna manera trastocar
ese amasijo de tormentas
que en tu cabeza deben morar.

Que el sufrimiento de algo sirviera
sonará estúpido, utópico quizás
pero en mi mente quedará por siempre,
cada día con algo nuevo hay que aprender a caminar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario